NAÚFRAGO

Entre tintadas olas sobre papel mojado,
en mi triste velero, navegué a la deriva,
sin corazón, sin rumbo, sin mástiles ni quilla;
En mi proa, la esfinge de mi puño cerrado.
Por el cielo vacío, el rencor me llevaba
con las cartas marcadas por verdades erradas,
sin más tripulación que mis necias miradas;
Empujado por la ira, mi barco naufragaba.
Entre negros presagios el ardor me guiaba
por rincones oscuros, por mil extraños puertos,
y apostando mi vida perdí todos mis sueños;
Así, sin darme cuenta, mi barco naufragaba.
El tornado furioso me envolvía y giraba,
engañados mis ojos por sus luces y rizos,
el dolor me alejaba, perdido y sin destino;
No supe comprender que mi alma naufragaba.
Hundido sin remedio en la violenta Nada,
perdido sin las manos que fueron siempre playa,
en mi niebla su faro iluminaba mi alma:
El calor de un volcán en la piel de mi amada.
Quizás al embarcar en semejante viaje
no medí la distancia de mi orilla a tu boca.
Quizás se muera naúfrago, conmigo, este mensaje;
Pero quiero intentar nadar hacia tu roca
aunque en tu corazón se estrelle mi oleaje.
M.A.W. Diciembre 2003®
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